CANÇÃO NOVA - Un regalo al servicio de la evangelización

"Lo Spirito di Dio distribuisce ai fedeli differenti carismi "per il bene comune" (1Cor 12,7), inserendoli armoniosamente nella vita della Chiesa in vista della sua missione di salvezza dell'umanità" (Carnet de identidad de la Familia Salesiana).

La Comunidad Canção Nova es uno de esos muchos carismas que el Espíritu de Dios ha suscitado en la Iglesia a lo largo de la historia. El padre Jonas Abib, sacerdote salesiano, auténtico hijo de Don Bosco, escribe: "Nunca he pretendido "fundar" nada y menos aún ser "fundador". Al decir que Canção Nova es una "fundación", afirmo que "fue Dios quien la fundó". Tenía diseños al respecto".
En 1976, Dom Antônio Afonso de Miranda, entonces obispo de la diócesis de Lorena, había recibido de primera mano la edición típica de la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi del Papa Pablo VI. Impresionado por el contenido de este documento, quiso comenzar de inmediato con una labor concreta de evangelización y catequesis, y eligió comenzar con los jóvenes que, en ese momento, tenían un movimiento activo en la diócesis. Para ello encargó al padre Jonas Abib que llevara a cabo con los jóvenes con los que trabajaba lo que dice el número 44 de la Evangelii Nuntiandi: "Es evidente que las condiciones del mundo actual hacen que la enseñanza catequética, en forma de catecumenado, sea cada vez más urgente para los numerosos jóvenes y adultos que, tocados por la gracia, descubren poco a poco el rostro de Cristo y experimentan la necesidad de confiarse a él. (ES 44). El envío del obispo diocesano dio lugar a una intensa labor de catequesis que, en su momento, se denominó "Catecumenado". Esos jóvenes recibieron de la Iglesia una sólida formación para vivir el Evangelio. Los hechos demostraron que hubo inspiración en el nombramiento de Dom Antônio.

Aquellos jóvenes se entusiasmaron, fueron tocados por la gracia, descubrieron la persona de Cristo de una manera nueva y sintieron la necesidad de encomendarse a Él. Tras dos años de "catecumenado Jonas lanzó el siguiente reto: "¿Quién estaba dispuesto a dejar su casa y venir a vivir en comunidad, para llevar a cabo el tipo de trabajo que se estaba haciendo? El 2 de febrero de 1978, un grupo comenzó a vivir en comunidad.

Mirando la historia, reconocemos nuestra llamada y nuestro envío. Nacimos de la llamada que el obispo diocesano hizo ante la palabra de la Iglesia, que urgía la necesidad de evangelizar en el mundo de hoy, y para ello fuimos enviados. Cuando Dom Antônio señaló el número de la Evangelii Nuntiandi, ciertamente no imaginó que estaba señalando también el número siguiente, que trataba del deber de todos los cristianos de utilizar todos los nuevos medios de comunicación para el anuncio del mensaje de Cristo: "la Iglesia se sentiría culpable ante su Señor si no se sirviera de estos poderosos medios que la inteligencia humana perfecciona cada día" (Evangelii Nuntiandi, n. 45).

También nosotros, sólo después de un tiempo de trabajo en los medios de comunicación, nos hemos dado cuenta del vínculo entre el n. 44, que habla de un catecumenado, y el n. 45, que apunta a los medios de comunicación. Reconocemos ahí un designio de Dios. Nos ha destinado a la evangelización y nos ha indicado un campo específico: la evangelización a través de los medios de comunicación.

Como el lema de Don Bosco, da mihi animas cetera tolle (dame almas y quédate con el resto), el P. Jonas Abib tiene un gran amor por la misión y la salvación de las almas. Nuestro proyecto, como lo llamamos, es el proyecto Dame Almas. No somos un modelo de vida que ya es perfecto, sino un modelo de vida que está sudando, luchando día a día en esta escuela de santidad para pasar del hombre viejo al hombre nuevo. Nos formamos en el taller de la vida. Un proceso que durará toda la vida para "sacar" y sacar a la luz el hombre nuevo, la nueva criatura a imagen de Jesucristo, el Hombre Nuevo.

Vera Lúcia Reis
Entrenador general